Después de operaciones o lesiones, los veterinarios suelen recomendar que los perros lleven un embudo protector. Pero, ¿por qué es necesario? ¿Qué costes conlleva? ¿Y qué alternativas hay al embudo tradicional?
¿Cuándo es necesario un embudo para los perros?
Un embudo suele ser necesario cuando el perro tiene una herida o una sutura que no debe lamerse ni rascarse. Lamerse o rascarse puede causar inflamación, infección o rotura de las suturas. También se observa a menudo que los perros tienden a mordisquearse las heridas después de una intervención quirúrgica. Por ello, el embudo se utiliza como una especie de barrera protectora.
¿Por qué el embudo clásico es la primera elección de los veterinarios y cuál es su desventaja?
El embudo clásico, a menudo llamado "collar isabelino" o "collar en E", proporciona una protección eficaz para las heridas o las zonas quirúrgicas, pero también tiene varios inconvenientes:
- Incomodidad: a muchos perros el embudo les resulta incómodo o les distrae, sobre todo cuando intentan tumbarse o dormir.
- Restricción de movimientos: el embudo puede dificultar que el perro camine por pasillos estrechos, se rasque o juegue con otros perros. A veces, el perro también choca contra muebles o paredes con el embudo.
- Alteración de la visión y la audición: el embudo puede restringir la visión periférica del perro. Esto puede provocar inseguridad o miedo, ya que el perro no puede percibir su entorno tan bien como de costumbre. La audición también puede verse afectada, ya que el embudo refleja o amplifica los sonidos.
- Comer y beber: algunos perros tienen dificultades para comer o beber con el embudo, sobre todo si el cuenco no está lo bastante alto o el embudo es demasiado largo.
- Estrés y ansiedad: A muchos perros el embudo les produce estrés o ansiedad porque restringe su comportamiento normal y su libertad de movimientos.
- Riesgo potencial de lesiones: En algunos casos, el perro puede quedar atrapado con el embudo o enredarse en su entorno, lo que puede provocar más lesiones.
- Interacción social: el embudo puede interferir en la interacción social con otros perros, ya que se restringe el olfateo y la comunicación corporal.
Siempre es importante controlar al perro con regularidad y asegurarse de que se siente cómodo con el embudo. Si te preocupa algo, considera soluciones alternativas o consulta con tu veterinario.
Aunque muchos veterinarios siguen utilizando el clásico embudo de plástico, conocen bien las soluciones alternativas. La principal razón de la popularidad del embudo clásico es su sencillez y eficacia. He aquí algunas razones por las que los veterinarios suelen utilizar el embudo de plástico como primera opción:
- Eficacia probada: el embudo clásico de plástico ha demostrado ser muy eficaz a lo largo de los años para evitar que los animales se laman, muerdan o rasquen las heridas.
- Talla única: el embudo clásico está disponible en distintos tamaños para adaptarse a la mayoría de las razas de perro. Algunas alternativas, como la ropa especial, necesitan ajustarse bien para ser eficaces.
- Durabilidad: Los embudos de plástico son resistentes y aguantan bien el trato brusco que a veces reciben de los animales.
- Rentabilidad: Comparados con algunas soluciones alternativas, los embudos de plástico suelen ser menos caros y, por tanto, más fácilmente asequibles para muchos propietarios de mascotas.
- Visibilidad de la herida: Con un embudo transparente, los veterinarios y los propietarios pueden controlar fácilmente la herida o la zona quirúrgica sin tener que quitar la protección.
¿Cuánto cuesta un embudo para perros?
El coste de los embudos puede variar, según el tamaño, el material y la marca. Suelen costar entre 10 y 30 euros. Se suele recomendar comprar un embudo de buena calidad para asegurarse de que cumple su función y es cómodo para el perro.
Alternativas al embudo tradicional:
- Collares hinchables: en lugar de un embudo de plástico duro, pueden utilizarse collares hinchables. Son más suaves y cómodos para el perro y evitan que se lama las heridas.
Collares detela bl anda: Son similares a los collares hinchables, pero de tela blanda. Ofrecen una alternativa cómoda al plástico duro.
Manguitos o trajes protectores: A veces pueden utilizarse trajes o mangas especiales para perros que cubren la zona afectada para que el perro no pueda lamérsela ni arañársela.
Remedios naturales: Hay ciertos aerosoles o ungüentos que tienen un sabor amargo y así evitan que el perro se lama. Pueden aplicarse sobre la herida o la zona afectada.
Siempre se recomienda consultar con el veterinario antes de cambiar a una alternativa, para asegurarse de que es adecuada para el caso concreto del perro.
Aunque el embudo es una herramienta útil para curar heridas, hay varias alternativas que también pueden ser eficaces. Cada perro es único y es importante encontrar la mejor solución para el bienestar del animal.