Síntomas de enfermedad en los perros
El perro es el mejor amigo del hombre y suele ser incluso parte de la familia. Si tu perro está enfermo, es natural que te preocupes. Pero, ¿qué enfermedades caninas existen y qué síntomas debes observar en tu amigo de cuatro patas?
Síntomas generales de las enfermedades caninas
Por regla general, debes examinar regularmente los ojos, el pelo y los dientes de tu perro. Los ojos deben estar brillantes, al igual que el pelo. La piel también debe revisarse con regularidad. Los dientes deben estar libres de sarro; los dientes rotos deben ser examinados inmediatamente por un veterinario.
Además, todo dueño de perro debe conocer la temperatura normal de su amigo de cuatro patas. Esto le permitirá reaccionar más rápidamente si el perro enferma.
Si el perro come mal, suele ser mala señal. Si además de este comportamiento hay otros síntomas, es muy probable que tu perro esté enfermo y debas llevarlo al veterinario.
Otros síntomas de enfermedad canina a los que hay que prestar atención son los siguientes
- desgana, cansancio notable e incluso apatía
- Consumo de agua muy elevado
- Vocalizaciones notables de tu perro, como quejidos o ladridos prolongados.
- Picores y rascado
- Diarrea y vómitos
- cojera
- babeo notable, aumento del jadeo
Además de las enfermedades infecciosas y las lesiones, también hay alergias alimentarias que deben descartarse si los síntomas son notables. Una alergia alimentaria en perros se manifiesta con vómitos y diarrea, pero también con síntomas inespecíficos. Estos pueden incluir picores, llagas o calvas en el cuerpo e inquietud. Cambiar el alimento suele aliviarlo rápidamente. Sin embargo, debe hacerse bajo supervisión veterinaria.
Enfermedades caninas - prevención y medidas
Lo mejor que puedes darle a tu perro es comida de alta calidad. No debes escatimar en esto, porque lo mismo se aplica a los perros: son lo que comen.
Incluso los perros pueden mostrar síntomas de estrés. Esto significa que debes dar a tu perro suficiente ejercicio, pero también suficiente descanso. Deben evitarse a toda costa las situaciones estresantes, como las aglomeraciones o quedarse solo durante mucho tiempo.
Tu perro también debe hacer ejercicio. Esto se aplica no sólo al ejercicio al aire libre, sino también a la cabeza del perro.
Las vacunas deben ser obligatorias para tu perro. Las vacunas más comunes protegen a tu perro contra las siguientes enfermedades infecciosas:
- Hepatitis
- Leptospirosis
- Rabia
- Moquillo
- Parvovirus
Como propietario responsable de un perro, la desparasitación periódica también debería ser un procedimiento estándar.
Si no estás seguro, se aplica el siguiente credo: es mejor visitar al veterinario una vez de más que una vez de menos. Ningún veterinario te echará de la consulta sólo porque hayas cometido un error. Al fin y al cabo, lo más importante es que tu amigo de cuatro patas esté bien: tanto el médico como el propietario quieren eso.