Causas de las infecciones de oído en los perros
Las infecciones de oído son relativamente comunes en los perros. El conducto auditivo del perro es considerablemente más largo que, por ejemplo, el de los humanos, y no discurre en línea recta, sino prácticamente con una curva "en la esquina", hasta el tímpano. Dependiendo de la raza del perro, hay diferentes factores que hacen más probable una infección de oído:
- Orejas pesadas, largas y caídas.
- Entradas de las orejas con mucho pelo.
- Canal auditivo estrecho (según la raza).
- Canal auditivo muy doblado.
Las razones de una inflamación del conducto auditivo pueden ser también variadas, como por ejemplo:
- Alergias
- Parásitos (ácaros)
- Cuerpos extraños
Si la causa de los problemas del oído es una alergia, por ejemplo una intolerancia alimentaria, que generalmente puede provocar picores y enrojecimiento de la piel en los perros, la inflamación suele producirse en ambos lados. También en caso de infestación por parásitos, por ejemplo por ácaros, la inflamación suele darse en ambas orejas al mismo tiempo. Asimismo, los cuerpos extraños, como las semillas de hierba, los granos o los pequeños trozos de tierra que se introducen en el oído al cavar o retozar, pueden desencadenar una infección aguda en el oído, pero en estos casos más bien solo en un lado.
Síntomas de una infección aguda del oído
Si tu perro se sacude y rasca la cabeza y las orejas de forma frecuente y violenta, esto es un indicio de un evento patológico en el oído. A continuación, hay que examinar más detenidamente el conducto auditivo: si la piel está claramente enrojecida, si se observa una secreción en uno o ambos oídos o si hay un olor desagradable, hay que llevar al perro al veterinario lo antes posible. Cuanto más tiempo pase sin que se diagnostique o se trate una infección aguda del oído, más probable será que se convierta en crónica y, por tanto, será menos curable. Y para tu perro este tipo de infecciones son extremadamente desagradables y dolorosas. Algunos perros cambian su comportamiento debido a una infección de oído no reconocida o no tratada, y se vuelven ansiosos, tímidos o incluso agresivos, porque sencillamente no pueden compensar el constante picor o el intenso dolor de ninguna otra manera.
Tratamiento de una infección de oído
Nunca debes tratar tú mismo una infección de oído en tu perro. Hacerlo puede empeorar la situación y el perro sufrirá durante más tiempo. Si la enfermedad se detecta a tiempo, el veterinario puede iniciar el tratamiento adecuado. Si la causa es una alergia, hay que encontrar el desencadenante y evitarlo en el futuro. Si se sospecha de que se trata de una alergia alimentaria, puede llevar algún tiempo encontrar el desencadenante real y elegir un alimento que no contenga ese ingrediente. Hay muchos alimentos para perros que son bien tolerados por los canes alérgicos, pero en casos extremos puede que tengas que cocinar tú mismo para tu amigo de cuatro patas. El veterinario te dará un menú exacto para ello.
Si hay un cuerpo extraño en el oído, hay que extraerlo. Esto se suele hacer con unas pinzas especiales para las orejas; es posible que tu perro tenga que estar sedado durante un breve periodo de tiempo para que pueda tolerar el tratamiento.
Si se sospecha de una infestación de ácaros, deben realizarse las pruebas de laboratorio adecuadas para aplicar la medicación correcta contra los parásitos.
Si la infección del oído de un perro se diagnostica demasiado tarde o solo se trata después de mucho tiempo, el conducto auditivo puede haber cambiado tanto que únicamente una operación puede ayudar al perro. No debes dejar que llegue tan lejos, porque es realmente muy desagradable y doloroso para tu perro.
