Hacer que la mascarilla sea "normal" para el perro
La comunicación fue la clave del éxito de la domesticación. Los perros son maestros de la comunicación, tanto entre ellos como con nosotros, los humanos. Hace miles años, los lobos reconocieron que valía la pena buscar la cercanía de los humanos. Especialmente durante los meses de invierno, cuando las presas escaseaban y el hambre no perdonaba ni a los orgullosos lobos, los asentamientos humanos y sus restos de comida fueron una salvación en tiempos de necesidad. Posteriormente, se perfeccionó la comunicación entre el perro y el ser humano... al menos por parte del perro. Los perros son capaces de evaluar en segundos la conducta o la actitud de un humano, tal como lo hacemos los humanos mismos. Y de actuar en consecuencia. Los sobreros, las bufandas sobre la cara, las gafas de sol o los cascos: todos los son elementos que dificultan o incluso imposibilitan que los perros puedan "leer" la cara de una persona. Su reacción más común ante esta situación es el miedo. En épocas de coronavirus, los dueños de perros se enfrenta a situaciones de este tipo varias vees al día: el perro reacciona ansiosamente cuando aparecen personas que llevan mascarillas.
La era del coronavirus: cómo acostumbrar al perro a que las personas llevan mascarilla
Desde el inicio de la pandemia de COVID-19, los propietarios de perros han informado cada vez más de la siguiente situación: el perro tiene miedo de las mascarillas. ¿Qué pasa aquí? Los perros han aprendido a leer nuestras caras. Por supuesto que oyen lo que les decimos y, sobre todo, cómo se lo decimos, pero la principal línea de comunicación es la no verbal. El coronavirus y los perros plantean ahora nuevos retos. Mientras que antes se trataba de personas individuales a las que no se podía "leer" realmente en el paseo diario o en la calle frente a su casa, en la era COVID el perro se encuentra casi exclusivamente con personas con protección bucal y literalmente ya no entiende el mundo. El drama de la correa está programado de antemano, porque también el perro más lúcido considerará este cambio repentino y grave de su entorno cotidiano al menos con escepticismo.

El coronavirus y los perros: ¿cómo resolver el problema?
Básicamente, no debe haber estrés adicional para el amigo de cuatro patas y, sobre todo, no debe haber presión. Los perros son mucho más sensibles e inteligentes de lo que mucha gente todavía admite. De momento, ayuda dejar que el perro olfatee ampliamente la mascarilla de su dueño. Al igual que cuando se le pone un collar o un arnés de pecho por primera vez, primero debe explorar un objeto extraño que se va a convertir en un objeto familiar. Si el perro tiene un juguete favorito (pelota, chupete, peluche), combina la exploración de cosas nuevas con el refuerzo positivo de la acción. Los perros cuyo mejor amigo es la bolsa de golosinas pueden hacer las conexiones entre mascarilla y golosina muy rápidamente si los recompensas regularmente. Incorpora esta práctica a tu paseo diario y la ansiedad por las mascarillas pronto será cosa del pasado.
En resumen:
- No te estreses.
- Mostrarle la mascarilla y llevarla en casa, en un entorno seguro.
- Deja que huelan la mascarilla.
- Aliméntalo con golosinas para que establezca una asociación positiva.