5 razones por las que tu perro vomita
Ver a tu perro vomitar puede ser muy inquietante. Pero también hay buenas noticias: el vómito proporciona mucha información sobre lo que ocurre en el cuerpo de tu perro.
Los vómitos ocasionales suelen ser inofensivos y se producen cuando tu perro ingiere algo que no debería (la hierba dice "hola"), pero si las sorpresas ocultas son algo cotidiano en tu casa, pueden tener otros motivos, más graves. He aquí cinco de las razones más comunes por las que tu perro vomita y tiene dolor de barriga.
1) Mi perro vomita varias veces después de comer la misma comida
Las intolerancias y alergias alimentarias pueden provocar síntomas como vómitos y diarrea. En particular, la presencia de rellenos y aditivos en ciertos alimentos secos puede hacer que el vómito del perro se encuentre a menudo junto al plato de comida. Una solución a este problema es cambiar a una dieta de alimentos frescos.

2) Mi perro vomita mucho, incluso con una dieta equilibrada y fresca
Nuestras abuelas llevan años diciéndonos que vayamos más despacio y mastiquemos la comida. Técnicamente, los perros no pueden masticar, pero aún así pueden beneficiarse de comer más despacio su ración, ya que comer demasiado rápido puede provocar vómitos. Un signo típico de esto es cuando el vómito está solo a medio digerir o la comida es todavía claramente visible. Si tu perro vomita constantemente después de las comidas, prueba con darle de comer lentamente o sostener el cuenco más alto de lo habitual, para que quede por encima de sus hombros cuando coma. La gravedad ayudará a empujar los alimentos a través del sistema digestivo a un ritmo más lento. O prueba a utilizar un plato come lento para perros.

3) Viajes en coche y estómagos débiles
Puede que a tu perro le encante ir en coche, pero no es capaz de juzgar por sí mismo si puede soportar las sacudidas y vibraciones durante el viaje. Si tu amigo de cuatro patas vomita después de los viajes en coche, es un caso clásico de mareo, que afecta a los perros tanto como a muchas personas. Un método sencillo y eficaz en este caso es asegurarse de que el coche está bien ventilado y permitir que el perro se oriente en el fondo de la carretera.
4) Huéspedes no invitados en el estómago de tu perro
Los perros tienden a lamer y comer todo tipo de cosas en la naturaleza, desde hierbas a pequeñas ramitas o heces de otros perros. Por desgracia, a menudo ocurre que se ingieren gusanos y parásitos en el proceso. Estos pueden irritar el estómago y causar vómitos. Por ello, toma siempre medidas preventivas con medicamentos periódicos contra las pulgas y las lombrices, y programa exámenes veterinarios regulares para comprobar la presencia de parásitos y eliminarlos si es necesario.

5) Úlceras estomacales
A veces, el estómago de un perro está tan irritado debido a alergias o enfermedades que puede tardar dos semanas en volver a la normalidad. Entonces, cuando se ingieren objetos extraños, que atacan el ya debilitado revestimiento del estómago, pueden desarrollarse úlceras estomacales inflamatorias. Consulta a tu veterinario para saber si tu perro necesita medicación para recuperarse.
El vómito suele presentarse en dos formas claramente definibles en los perros. Si el vómito es más bien grueso o granulado, indica que tu perro ha ingerido el alimento de forma incorrecta o demasiado rápida. Si, por el contrario, el vómito es líquido o amarillento, es una clara señal para acudir al veterinario, ya que suele haber una infección o una infestación de parásitos.
