Caminar con correa: pasear con tranquilidad es cuestión de práctica
Los paseos y excursiones con tu perro son algo muy agradable y no solo sirven para recuperarse de la vida cotidiana. Para que el paseo funcione en presencia de otros perros, la habilidad para guiar al perro con la correa y que este acepte ser conducido son elementos necesarios.
¿Tu perro está acostumbrado a tirar siempre de la correa? Con cariño, constancia y adiestramiento, tú también puedes enseñarle a tu amigo de cuatro patas dejarse conducir con la correa. Para que tu perro sepa qué comportamiento quieres de él, te necesita a ti y a tus instrucciones.
Aquí encontrarás algunos consejos útiles para ayudarte a entrenar a tu perro para pasear tranquilo.
- Practica con tu perro el uso de correas en situaciones que le gusten. Puedes llevar al perro con su correa mientras lo alimentas, juegas con él o lo acaricias. Es importante que tu amigo de cuatro patas conozca y aprecie la correa como algo positivo.
- Si llevas la voz cantante cuando sales a pasear, le transmitirás confianza a tu perro: eres su santuario personal. Esto también significa tomar más decisiones que tu amigo de cuatro patas. Al hacerlo, no te irrites por sus tácticas de distracción, como empujones, olfateos o tirones de la correa. Para ser aceptado en tu papel de líder, es importante que tu perro siga las maniobras que tú inicias.
- Al principio, tu perro se distraerá fácilmente. Asegúrate de realizar sesiones de entrenamiento breves en un entorno tranquilo. Tu propio patio o jardín o el salón son suficientes para los primeros pasos. Más adelante, puedes continuar el adiestramiento en caminos de campo, en el bosque y cerca de otros perros.
Durante el adiestramiento, tu amigo de cuatro patas también debe aprender que correr delante no siempre está prohibido. Con la orden "¡Tira!" puedes darle permiso para pueda correr adelante de ti.
Iniciar el entrenamiento
- Lleva a tu perro relajado con la correa y dile por qué lado debe caminar. Ahora habla con tu perro y da los primeros pasos. Asegúrate de que el perro te presta atención cuando le hablas. La correa debe quedar suelta. Si camina relajado a tu lado, puedes premiarle con palabras o una golosina.
- Al principio, tu perro aún tiene que aprender lo que quieres de él. Si vuelve a tirar de la correa, háblale brevemente. Si no reacciona, aléjate de tu compañero y espera a que tire menos. Este alejamiento puede ser necesario varias veces al principio. No te rindas y señala cada maniobra de giro a tu perro con la voz o con un chasquido de lengua. Esto le dará la oportunidad de seguirte cada vez.
- Si tu perro quiere adelantarte, cambia de dirección. Esta es tu manera de hacerle saber que debe prestar atención a tu camino. El cambio puede hacerse a un ritmo más rápido que simplemente caminando.