Atrofia progresiva de la retina
La atrofia retiniana progresiva es la enfermedad hereditaria de la retina más común en varias razas de perros. Los caniches, los labradores, los golden retrievers, los perros de aguas portugueses, los spaniels, los malteses, los rottweilers y los terriers de Yorkshire son los más afectados. Esta enfermedad progresiva conduce eventualmente a la ceguera de los perros.

Fundamentos y causas de la ARP en perros
La ARP se hereda de forma autosómica recesiva. Las hembras y los machos se ven igualmente afectados. La capa más profunda del ojo, la retina, es la afectada por la atrofia progresiva de la retina. Esta capa contiene los bastones y los conos (células sensoriales) que son responsables de la visión de la luz y la oscuridad, y del color. Al comienzo de la enfermedad, las varillas mueren lentamente. La visión en la oscuridad se pierde por completo. A medida que la ARP avanza, también se produce una degeneración de los conos. Los perros ya no pueden ver ni siquiera a la luz del día. Finalmente, se produce ceguera en ambos ojos.
Algunos perros llevan el gen defectuoso en su material genético y lo transmiten a su descendencia. Sin embargo, ellos mismos no se enferman.
Síntomas y diagnóstico
- Miedo al atardecer.
- Incertidumbre.
- Pupilas anchas y redondas.
- El tapetum lucidum brilla más intensamente: los ojos aparecen de color amarillo-verde en la oscuridad.
- Los vasos sanguíneos del fondo de ojo se retraen.
- Opacidad de la lente: la lente es blanca y opaca.
- Durante el examen ocular, las pupilas no reaccionan a la luz incidente.
- Papila pálida y gris (punto de entrada del nervio óptico).
El diagnóstico lo realiza un veterinario durante un examen ocular. Si no se puede evaluar la retina debido a la opacidad del cristalino, se debe realizar una electrorretinografía (ERG). Las células sensoriales de la retina son estimuladas por señales luminosas. La señal eléctrica emitida por la retina puede medirse con un programa informático. La ERG también puede utilizarse para el diagnóstico precoz de la ARP en perros en los que la retina aún no muestra cambios.
En algunas razas de perros, el gen responsable de la atrofia progresiva de la retina puede detectarse con un análisis de sangre y pruebas genéticas. La prueba genética también puede utilizarse para evaluar si el perro desarrollará posteriormente una degeneración de la retina.
Resumiendo, los protocolos de diagnóstico de esta enfermedad incluyen:
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Examen ocular.
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Electrorretinograma.
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Análisis de sangre para determinar el gen defectuoso.
Terapia y prevención
Dado que la enfermedad hereditaria de la retina es una enfermedad ocular no curable, solo se pueden tratar los síntomas. Tus perros tienen que soportar la pérdida de visión. Sin embargo, se pueden oriental con relativa facilidad en el entorno mediante los sentidos del olfato y del oído. La extirpación quirúrgica del cristalino nublado no tendrá éxito, ya que el problema de la visión alterada se debe a que la retina no transmite las señales. Como esta enfermedad ocular no es dolorosa, la calidad de vida de tu perro no se verá profundamente afectada. Los suplementos vitamínicos pueden frenar la progresión de la degeneración de la retina.
La enfermedad ocular puede avanzar a diferentes ritmos. En algunos perros, la ceguera se produce a partir del segundo año de vida, mientras que otros no muestran los primeros síntomas hasta los seis o siete años.
Dado que no hay ninguna terapia disponible para la enfermedad hereditaria de la retina, los perros afectados deben ser excluidos de la cría. En algunas razas de perros, la prueba genética forma parte de los exámenes ERVIP (comprobación de la presencia de enfermedades hereditarias) antes de que se les permita reproducirse.
En las razas de perros afectadas, un veterinario debe realizar un examen ocular una vez al año. Durante el examen, también debe medirse la presión intraocular. Un cristalino opaco puede provocar un glaucoma doloroso, con un aumento de la presión ocular.
Precauciones para prevenir la ARP:
- Exámenes regulares de los ojos.
- Preparados vitamínicos.
- Exclusión de la cría de perros afectados.