¿Tu perra se comporta de forma diferente?
Muchos dueños de perros notan un cierto cambio en el comportamiento de su perra durante y después del celo. Pero, ¿qué hay detrás de esto? ¿Es normal o hay motivo de preocupación? En este artículo queremos explicarte por qué pueden producirse cambios de comportamiento después del celo y qué puedes hacer tú, como propietario, para ayudar a tu perra durante esta fase.
El ciclo sexual explicado brevemente
En primer lugar, es importante comprender en qué consiste el ciclo sexual de las perras. Según la bibliografía, puede describirse como monoestro o poliestro estacional: Esto significa que pasan por uno ("mono") o varios ("poli") ciclos sexuales al año. Por término medio, el intervalo de celo es de 6 a 7 meses, aunque existen grandes diferencias individuales y relacionadas con la raza que afectan a la duración, el intervalo y la intensidad del celo. Las razas de perro más pequeñas suelen tener intervalos más cortos entre celo y celo, mientras que las razas más grandes tienen intervalos más largos. Esto significa que los intervalos entre celo y celo pueden variar entre 4 y 12 meses. Además, hay disposiciones raciales que se dan independientemente del tamaño. Por ejemplo, razas tradicionales como el Dingo y el Basenji tienen intervalos de celo más largos, mientras que el Pastor Alemán tiende a tener intervalos más cortos.
Fases del ciclo sexual
Según la fuente, el ciclo sexual se divide en cuatro fases, y el celo se describe mediante las dos primeras fases (proestro y estro). Estas fases son de gran importancia para comprender el comportamiento y la fertilidad de la perra.
- Proestro
- celo
- Metoestro
- Anestro
El inicio de cada celo, incluida la primera hemorragia y cada una de las siguientes, está provocado por las hormonas. En los ovarios maduran folículos que contienen óvulos. Los folículos producen estrógenos, responsables de síntomas típicos como hinchazón de la vulva externa, secreciones sanguinolentas y atracción por los perros machos. Esta fase dura unos 10 días y se caracteriza por una acumulación de sangrado.
Le sigue el celo estacionario, durante el cual se liberan los óvulos y la perra está lista para el apareamiento. Esta fase también dura unos 10 días. Tras la ovulación, los folículos se transforman en cuerpo lúteo, que produce progesterona. Esta producción hormonal tiene lugar independientemente de que la perra se haya apareado o no. Esto puede provocar una falsa preñez, en la que la ubre se hincha. Además de la progesterona, también interviene la hormona prolactina, que influye en el comportamiento reproductor. La falsa preñez no es una enfermedad, sino una fase normal que dura unas 8 semanas. Después, la perra entra en una fase de reposo hormonal hasta que comienza el siguiente celo.
El cambio hormonal posterior
Tras el celo, el cuerpo de tu perra experimenta un cambio hormonal. Este cambio en los niveles hormonales puede afectar a su comportamiento, sobre todo la hormona progesterona, que aumenta después del celo. Esta hormona prepara al cuerpo para un posible embarazo, aunque tu perra no se haya apareado. Durante este tiempo, tu perra puede volverse más tranquila o más cariñosa, e incluso a veces parecer más retraída o irritable. Estas fluctuaciones hormonales son completamente normales y suelen remitir al cabo de unas semanas.
Sin embargo, los controles médicos regulares pueden ayudar a reconocer posibles cambios hormonales y anomalías en una fase temprana.

Cambios de humor
Algunas perras también muestran cambios de humor después de estar en celo. De repente pueden parecer más cariñosas o más distantes. Puede que a tu perra no le guste tanto jugar o que se retraiga. Estos cambios suelen ser temporales y deberían normalizarse con el tiempo. Puede ser útil dar a tu perra más atención y descanso durante esta fase -dependiendo de cómo se sienta- para aumentar su bienestar.
Falso embarazo
Un fenómeno frecuente después del celo es el llamado falso embarazo. Es cuando tu perra se comporta como si estuviera preñada, aunque no lo esté. Puede empezar a tratar los juguetes u otros objetos como "cachorros", construir un nido e incluso producir leche. El embarazo es una reacción natural al aumento hormonal, pero puede ser emocionalmente estresante para la perra. Es importante que muestres paciencia durante este tiempo y no estreses más a tu perra.

¿Qué puedes hacer?
Si notas que el comportamiento de tu perra cambia después del celo, hay algunas cosas que puedes hacer para ayudarla:
Descansa: Dale a tu perra tiempo y espacio para relajarse. No la agobies con actividades que quizá no quiera hacer.
Revisión médica: Si crees que el cambio de comportamiento dura un tiempo inusualmente largo o tu perra muestra signos de dolor, es aconsejable consultar a un veterinario. A veces la causa pueden ser desequilibrios hormonales u otros problemas de salud.
Falsa preñez: Si tu perra muestra signos de falsa preñez, como recoger juguetes o construir un nido, no debes darle un apoyo excesivo. Evita prestarle demasiada atención en esos momentos para no reforzar el comportamiento.
Actividades: Las actividades adaptadas pueden ayudar a mantener a la perra en movimiento sin agobiarla. La estimulación mental, como los juegos cerebrales, también puede tener un efecto positivo sobre el estado de ánimo.
¿Ayuda la castración?
El comportamiento que se produce durante el celo y se debe a las hormonas sexuales puede prevenirse con seguridad mediante la castración. En general, no cabe esperar otros cambios de comportamiento como consecuencia de la castración, si no están desencadenados por estas hormonas. Los síntomas de falsa preñez (como la hinchazón de los pezones, la guardia y protección de los peluches y la apatía general) también se evitan con la castración .
Conclusión sobre el cambio de temperamento debido al celo
Un cambio de comportamiento tras el celo es completamente normal en muchas perras. Los cambios hormonales y los cambios de comportamiento asociados suelen superarse con paciencia y calma. Observa atentamente a tu perra y dale el tiempo que necesite para recuperarse. Si tienes la sensación de que algo va mal, una visita al veterinario siempre es una buena idea.
Fuentes y enlaces de interés
Busch L. (2024). Die Läufigkeit bei der Hündin – Physiologie und Störungen. team.konkret.
Kohn B, Schwarz G (1017). Praktikum der Hundeklinik. 12., aktualisierte Auflage. Enke Verlag.
Günzel-Apel A, Bostedt H (2016). Reproduktionsmedizin und Neonatologie von Hund und Katze. 1. Auflage. Schattauer GmbH.
Wehrend K (2012). Die Kastration der Hündin. team.konkret.