Con estos 5 consejos, tu y tu perro manejarán cada encuentro canino sin problemas ni agresiones
Nada más ver al otro perro desde la distancia, empieza la tensión. Puedes sentir a tu amigo de cuatro patas reuniendo fuerzas. Entonces te pones nervioso y buscas un desvío. ¿O vas por la confrontación?
No es necesaria tanta emoción
Así, o algo parecido, es como se desarrollan los encuentros entre perros miles de veces cada día.
Como propietario de un perro, debes saber que tu mascota responde ante todo a ti como su dueño. Tú eres su punto de orientación, aunque no seas el líder dominante de la manada.
No importa si tienes miedo, si tu perro ha tenido una mala experiencia o si el otro perro es agresivo.
Básicamente, los errores de comportamiento de los humanos y los animales son solo hábitos, y se pueden cambiar.

Reconocer y controlar la respuesta al estrés
Con la agresión y el miedo, los seres humanos y los animales entran en el modo de huir o luchar. Se empieza a respirar más rápido, el cuerpo se tensa, se liberan las hormonas del estrés y la cabeza se acelera.
Tienes que controlar esta reacción en ti mismo. Tu perro te seguirá a ti automáticamente y los demás perros se tranquilizarán.
Trabaja eficazmente con estos 5 consejos
- Mantén la conciencia y la calma
Tan pronto como surge la confrontación, te das cuenta de lo que está sucediendo (¿luchar o huir?). No te concentres en tu perro, quédate contigo mismo y con tu reacción. No trates de calmar a tu perro ni de hablarle bien, pero ten cuidado, con un poco de práctica reconocerás las señales y podrás acabar con la situación estresante en su mismo comienzo. - Mantén una respiración uniforme
Retener la respiración es una reacción típica ante el estrés. Llegado este punto, el perro se pone agresivo imitándote. Continúa respirando tranquilamente por la boca o la nariz. Es importante mantener una respiración constante y evitar retener el aliento. Con algo de práctica en esto, puedes reducir conscientemente la frecuencia respiratoria y garantizar que estas relajado. - Controla tus emociones a través de la visualización
¿Sigues moviéndote tenso hacia el otro perro o este viene disparado hacia ti? Bien, ahora imagina que pasan el uno junto al otro sin que ocurra nada. O haz que la escena se vuelva absurda en tu mente. Imagina que el otro perro tiene una maceta en la cabeza. En el mejor de los casos, tendrás que reír. Eso te relajará de inmediato. - Sigue caminando
¿El otro perro ya está olfateando a tu perro de manera intrusiva y se está poniendo cada vez más nervioso? ¡Entonces continúa avanzando! No pares, no lo dudes. Mantén a tu perro en movimiento si es necesario. Puedes saludar, pero que no te involucres en una conversación con el otro propietario. - Centrarse en lo positivo e ignorar lo negativo
¿Estabas consciente y atento hasta que el otro perro empezó a gruñir? ¿Tu perro también se mantuvo tranquilo hasta este punto? ¡Maravilloso! Preocúpate mentalmente por lo que salió bien. Ignora al otro perro, no cometas el error de analizar la mala conducta meticulosamente. Más bien disfruta de cada cambio positivo. Con estos sencillos trucos mejorarás cada vez. En algún momento, el estrés anterior en torno al encuentro con otro perro es solo un recuerdo sobre el que puedes sonreír con calma.